Concurso de relatos "El tintero de oro" (El orden preestablecido)
Este mes El tintero de oro nos propone un concurso de relatos con temática futurista. La aportación que hagáis no deberá exceder las 900 palabras y debe plantear un posible futuro donde humanos y androides formen parte de un mismo entramado social...o no. El único requisito para participar es tener un blog donde publicar vuestra obra.
Aquí encontraréis el resto de los relatos que se
presentan al concurso.
Vivía
en un mundo hostil, lleno de suciedad y desesperanza. Siempre fue así. Se crio en
el extrarradio. En una pequeña chabola a punto de venirse abajo. A sus padres
no los movían grandes aspiraciones. Se conformaban con mezclarse con la masa,
pasar desapercibidos y recoger las migajas de otros. De pequeño el único amigo
con el que contaba era un juguete de un pequeño robot destartalado y oxidado
que había encontrado en el vertedero del barrio. Un modelo antiguo, inservible,
desechado por algún niño rico que contaba con versiones más modernas.
A
ese pequeño confidente le contaba todas las desgracias que lo abatían. Los días
en que el hambre hacía que el estómago le rugiera insaciable o las veces en las
que otros niños, con ínfulas de superioridad por todo lo que ellos poseían, se
reían de él. La humanidad era horrible y detestable. Lo tenía claro. La mayoría
actuaban como seres vacíos, sin empatía, sin compasión y sin emociones. Habían
creado un mundo gris y triste, abocado a la autodestrucción. La existencia no
merecía la pena en esa sociedad tan carente de satisfacciones.
A
lo largo de los años continuó recogiendo desechos metálicos y electrónicos del
vertedero. A veces piezas sueltas. Otras elementos completos, como Merrit, el
primer robot que tuvo. Arreglarlos y mejorarlos se convirtió en una especie de meta.
Disfrutaba desbrozando el interior de las máquinas, cambiando y cortando
cables, experimentando con las piezas del sistema operativo. Cuando las echaba
a andar se comportaban con más amabilidad que cualquier ser humano y lo
comprendían mucho mejor. Pocos empatizaban con ellas a un nivel tan profundo. Entendía
a la perfección el rechazo al que las sometían cuando ya no valían para nada.
Se había sentido así toda la vida. Por mucho que se esforzara nunca parecía ser
suficiente. Hiciera lo que hiciera estaba abocado al fracaso, a seguir
revolcándose entre las inmundicias de un pozo sin fondo y sin salida.
Aunque
esta vez sería diferente. Lo presentía. Tenía un plan. Llevaba mucho
esbozándolo. Al principio ni siquiera era consciente de ello. Sólo se trataba de
pensamientos aislados que aparecían de vez en cuando. A medida que fue ganando
soltura, optimizando el funcionamiento de diferentes maquinarias, estas ideas ganaron
fuerza. Empezó introduciendo pequeños algoritmos básicos y sencillos. Como hacer
que un antiguo modelo androide tuviera la función de barrer el suelo que antes
no poseía, igualándose con sus sucesores más modernos. Poco a poco y con mucha
paciencia consiguió acciones más complejas. Y ahora, por fin, llegaba el instante
de dar el gran salto. Quería introducir una consigna jamás probada por las
posibles consecuencias. Matar. Los robots se consideraban artilugios creados al
servicio de la humanidad. A qué loco se le ocurriría la idea de enseñarles a hacer
daño para ganar una guerra. Qué pasaría después de eso. Qué ocurriría si se
descontrolaban y querían más sangre. Nadie había traspasado ese límite por
temor a lo que depararía en un futuro. A él le daba igual. La existencia que llevaba
ya era una mierda. No podía ir a peor. Con esta acción se aseguraba de que
recibían un castigo y libraba a las máquinas de años de esclavitud. Gracias a estos
fieles amigos de metal le daría la vuelta al sistema, quebraría el orden
preestablecido del mundo donde unos pocos se beneficiaban a costa de otros
muchos.
Dejó
a sus pequeños aliados a las puertas de los ricos, dentro de cajas de cartón
sin remitente alguno. Tan sólo una frase que decía: Este es nuestro momento.
La invasión comenzó horas después. La mayoría de los androides, con largas
cuchillas amenazantes por brazos, consiguieron colarse en los salones de los
humanos. Algunos se quedaron a punto de lograrlo porque les cerraron o
bloquearon la puerta de entrada a tiempo. Eso no les supuso un gran
impedimento. Tan sólo tuvieron que romper los cristales o esperar a que
salieran cuando se les acabara la comida. El resto sería aún más fácil. Podrían
elegir entre torturarlos, matarlos o esclavizarlos.
La
mañana siguiente a este acontecimiento las calles amanecieron adornadas por
regueros de rojo escarlata y en las noticias no se hablaba de otra cosa. El
mundo quedó conmocionado. Cómo había podido ocurrir algo tan atroz e imprevisible.
Quién se escondía detrás del terrible suceso. De dónde venían esos demonios
asesinos. Preguntas sin respuestas a las que esperaba que no encontraran
solución jamás. Estaba preocupado por sus monstruitos. A muchos la policía los había
acribillado a balazos cuando llegaron al escenario del crimen. Sabía de otros
que se habían aliado entre ellos y creado pandillas reducidas para seguir
sembrando el caos. Sonrió. Se avecinaba una nueva era y él podría considerarse el
creador, aunque nadie lo supiera.
Una reivindicación justa aunque con consecuencias drásticas.
ResponderEliminarY es que el protagonista no recibió muestra de empatía, el entorno lo convirtió en un resentido,.
Muy acorde a la convocatoria.
Un abrazo.
¡Hola Demiurgo! Cierto, la verdad es que el entorno no ha tratado demasiado bien a este chico. Muchas gracias por pasarte a comentar. Un saludo.
EliminarRealmente mete miedo, terrible; muy buen relato en un mundo desigual alguien quiere lograr justicia por mano propia pero sin dudas creo ha creado un ejército de asesinos, que sin dudas a él también le darán caza.
ResponderEliminarSaludos. PATRICIA F.
¡Hola Patricia! Pues sí, es muy probable que este ejército de robots acabe por volverse contra su creador. Al fin y al cabo están programados para matar humanos y él también lo es. Gracias por tus palabras. Un saludo.
EliminarExcelente relato para el Tintero. Un placer leerte. Abrazos y feliz Navidad
ResponderEliminar¡Hola Nuria! Muchas gracias. Me alegra que te haya gustado. Un saludo y felices fiestas.
EliminarHola, Rocío. ¡Qué buen relato! Una historia escrita con muchísima naturalidad y una sencillez difícil de lograr. Me ha encantado leerte.
ResponderEliminar¡Hola Marta! Me alegra que te haya gustado el estilo narrativo. Muchas gracias por tus palabras. Un saludo.
EliminarWoww, tremendo relato, Rocío. Muy original e inquietante. ¿Así comenzaron las máquinas a dominar el mundo? Me ha gustado. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Hola Lola! Sería una de las muchas formas en que las máquinas podrían empezar a tomar poder. Gracias por pasarte a comentar. Un saludo.
EliminarHola, Rocío, buen relato el que has creado en tu historia, un mundo en el que los robots reprogramados por el protagonista buscan alterar el orden establecido por la violencia de forma anónima. Puede que haya temor en el protagonista a ser castigado o que pueda ocurrir que su plan no tenga éxito y quede desenmascarado. No hay justicia en los hechos provocados con esa "rebelión" de los robots, pero se percibe la venganza, el resentimiento y el temor por la responsabilidad de un hecho moralmente condenable. Creo, o a mí me lo parece, que transmites muy bien esas sensaciones en el protagonista. Me ha gustado.
ResponderEliminarSuerte en el Tintero, un abrazo.
¡Hola Carles! Claro, lo que hace no es justo ni justificable, pero él si que cree estar impartiendo justicia, igualando las oportunidades de ricos y pobres con la muerte de los primeros. Aunque en un futuro estos robots puedan volverse en su contra. Una vez sueltos será más difícil controlar a quien matan y a quien no. Me alegra haber sido capaz de transmitirte esas sensaciones en el protagonista.
EliminarUn saludo y suerte también a ti.
No es que sea lo que pasa cuando ko hay oportunidades ni esperanza, pero sí que puede pasar. Si alguien puede y quiere ( por ese orden), definitivamente pasará.
ResponderEliminarUn magnífico holocausto. Si yo no puedo, los otros tampoco.
Aterrador uso de los androides.
Este te hubiera servido también para el personaje antagonista
Abrazo y suerte
¡Hola Gabiliante! Cierto, es extraño que en un ambiente tan desfavorecido como en el que el protagonista se cría converjan los elementos necesarios para que esto pase pero muy de vez en cuando puede suceder. Sin embargo, como quería mostrar con este relato las injusticias y las desigualdades que existen en el mundo, opte por mantener al protagonista dentro de esa situación tan carente de oportunidades.
EliminarCuando termine de escribirlo también lo pensé, que al final sin quererlo había vuelto a escribir sobre un villano.
Un saludo y suerte también a ti.
Un sangriento revolucionario del futuro... La historia de una venganza. Así se alimentan todas las revoluciones, del odio acumulado por la injusticia que oprime a los débiles. Da mucho que pensar tu relato...
ResponderEliminarUn abrazo
¡Hola Maite! Muy cierto eso que dices. El entorno puede llegar a ser muy cruel e imparcial. Me alegra que el relato te de tanto sobre lo que pensar y reflexionar. Un saludo.
EliminarRealmente bueno: se cosecha lo sembrado. Un abrazo.
ResponderEliminar!Hola Gille! Muchas gracias. Me alegra que te gustara. Un saludo.
EliminarMuy bueno, Rocio. Excelente la evolución-transformación del personaje y muy buena la voz del narrador.
ResponderEliminarMucha suerte en el concurso.
Saludos.
¡Hola Pedro! Muchas gracias por tus palabras. Qué bien que te haya gustado la voz del narrador.
EliminarUn saludo y suerte también a ti en el concurso.
Hola Rocío. De vez en cuando nos sorprenden noticias de chicos inadaptados, dejados de lado por la sociedad, que pretenden cobrarse venganza realizando una matanza. Ocurre sobre todo en sociedades con grandes desigualdades sociales y con acceso fácil a las armas, como Estados Unidos. Aterra pensar que esas personas tuvieran acceso a reprogramar algo tan destructivo como un robot asesino. Tomas esos elementos sociales para crear un relato que nos hace reflexionar sobre las desigualdades, sobre la salud mental, y sobre el control de aquellos elementos que pueden causar un daño irreparable en la sociedad. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Hola Jorge! Muy cierto, en Estados Unidos es casi una constante por la facilidad que se tiene para disponer de un arma. Si en ese tipo de sociedad alguien tuviera acceso a poder reprogramar los robots y utilizarlos como armas podría ser nuestro fin como especie. Me alegra que el relato consiga hacer reflexionar sobre las desigualdades y tantas otras injusticias de la sociedad. Muchas gracias por tus palabras. Un saludo.
EliminarMuchas gracias, Rocío, por participar en la 34ª edición del concurso de relatos de El Tintero de oro, homenaje a Philip K. Dick.
ResponderEliminar¡Un abrazo y mucha suerte!
¡Hola Pepe! Gracias a ti Pepe por el interesante articulo que has escrito y por proponer este concurso en homenaje a Philip K. Dick. Un saludo.
EliminarLa rervolución sdangrienta de los robots. Aunque detrás de toda maldad halla siempre un ser humano.
ResponderEliminarY yo me pregunto ¿En que consiste ser humano? cuando en teoría no debería sería ser solo el poseer capacidad intelectual, abstracción, introspección y comunicación de gran complejidad. sino también empatizar con el semejante, aportar consuelo y comprensión y colaborar con el resto de congeneres para conseguir logros para el bien comun.
Aunque vemos que eso no lo aprenderemos. donde hay amargura y frustración hay deseos de desquite y venganza. estamos abocados al fracaso como especie.
Un abrazo.
¡Hola Francisco! Coincido contigo. Lo que nos hace humanos no es solamente nuestra capacidad intelectual, sino también la capacidad de la empatía, colaborar y ayudar a nuestros semejantes. En un ambiente hostil como el del protagonista que estos sentimientos afloren es casi un imposible. Aunque en ambientes favorecidos tampoco es que se le haya dado mucha importancia a la gestión de las emociones hasta hace muy poco. En la escuela lo que ha contado siempre han sido las asignaturas troncales: matemáticas y lengua. Nadie le daba importancia a las emociones, a cómo se sintiera el niño. Ahora, poco a poco, parece que eso está cambiando. Me alegra que te haya gustado. Un saludo.
EliminarHola Roció: Donde las dan las toman. Un relato muy bueno. Un saludo.
ResponderEliminar¡Hola Ainhoa! Gracias por pasarte a comentar. Me alegra que te gustara. Un saludo.
EliminarHola, Rocío. Una venganza que muchos la habrán soñado cuando jamás han tenido oportunidades. Lo malo es nuestro protagonista era bastante inteligente como para arreglar los robots defectuosos y podría haber empleado tanta sabiduría para hacer algo más productivo. Pero, claro, si quería vengarse, ese era el modo. Lo malo es que él caería víctima de su venganza. Me he gustado el relato. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Hola Isan! Muy cierto, con lo listo que es podría haber empleado sus conocimientos para crear robots que le ayudaran a prosperar de otra manera pero las ansias por ver caer a los poderosos han podido con él. Muchas gracias por comentar. Un saludo.
EliminarHola, Rocío. Tu relato podría considerarse los inicios de un supervillano de Marvel o DC. No estoy de acuerdo con lo que hace nuestro protagonista pero puedo comprenderlo. La falta de empatía de esta sociedad produce monstruos de pesadilla de los qud es difícil escapar.
ResponderEliminarUn buen trabajo. Felicidades.
¡Hola Bruno! La falta de empatía puede tener fatales consecuencias. Un saludo y gracias por pasarte a comentar el relato.
EliminarHola, Rocío. Tu relato me ha gustado mucho. Tu manera de narrar perfecta. Y le imprimes el sentimiento justo. En cuanto al fondo, es terrible lo que las ansias de venganza de los desfavorecidos pueden o podrían llegar a conseguir. Siempre, en tu caso, desde la más absoluta invisibilidad. Un ejército de robots asesinos comandados por un humano que los lanza contra otros humanos. Creo que las leyes de Asimov son muy buenas e ideales para alguien con buenas intenciones, pero en la práctica utópicas. Como el ejército de robots que has creado para este relato creo que ya se han creado o en eso están algunos países: en usar robots como soldados. Si se matan solo entre ellos, vale. Pero si lo que hacen es matar humanos... tenemos un problema.
ResponderEliminar¡Buen planteamiento y buen relato! Me ha gustado mucho.
Suerte en el reto!
¡Hola MJ! Me alegra que te haya gustado el relato. Como bien dices, las leyes de Asimov están muy bien desde la teoría pero en la practica a saber que aberraciones podríamos llegar a crear los humanos con este tipo de tecnología. Si no lo han hecho ya, poco nos queda para que intenten crear supersoldados. Un saludo y mucha suerte también a ti en el concurso.
EliminarUn relato que nos hace pensar. El resentimiento social genera acciones destructivas, gente con gran inteligencia pero que es relegada y a la que no se les da oportunidades de desarrollo puede terminar queriendo fracturar una sociedad tan injusta. En tu relato los robots son el instrumento para la venganza. Muy bien contado y ambientado. No cuesta trabajo imaginar el inicio de esa pesadilla. Enhorabuena y suerte en El Tintero.
ResponderEliminar¡Hola Ana! Me alegra que, desde tu punto de vista, el relato haga pensar a quien lo lee. Sufrir o creer que se está sufriendo una injusticia es un motor poderoso para orquestar una venganza sobre quienes fueron los responsables de tus desgracias. Y la ciencia ficción me parece un instrumento muy valioso para hacerse eco de los problemas sociales que existen en nuestro mundo. Un saludo y mucha suerte también en el concurso.
EliminarLa penuria y las injusticias pueden llegar a originar rencor y, aun peor, odio hacia los que todo lo pueden y todo lo poseen. Y ese odio, vehiculado a través de robots expresamente diseñados para asesinar, puede llevar al caos y a la destrucción total. ¿Merecen los humanos un castigo ejemplar? ¿Merecen ser exterminados? Yo no tengo una respuesta a ninguna de estas preguntas, pero tu protagonista sí, je, je.
ResponderEliminarEstupendo relato con tintes catastróficos.
Un abrazo.
¡Hola Josep! Muchas gracias por tus palabras. Como bien apuntas el protagonista de este relato lo tiene claro. Los humanos, por toda la destrucción que causan y todas las injusticias que implantan en el planeta, no merecen seguir pisando la tierra. Un saludo.
EliminarHola Rocío, inquietante esta noche "de los cuchillos largos" a nivel androide en la que la humanidad parece estar destinada a estas purgas segregacionistas alimentadas por odio a las diferencias.. excelente relato.. saludos
ResponderEliminar¡Hola Octavio! Totalmente, lo que este personaje ha orquestado es una purga de la humanidad en toda regla. Veremos a ver si no se lo llevan también a él por delante. Un saludo y gracias por dejar tu comentario por aquí.
EliminarToda esta tecnologia DA HORROR, yo queria estudiar programacion de computadoras y robotica, pero veo que es un error, hoy mismo me pongo en la tarea de quemar todos esos libros, no quiero ser el responsable de la extincion de la humanidad
ResponderEliminar¡Hola José! Qué drástico jajajaja Muchas gracias por pasarte por aquí a dejar unas palabras. Un saludo.
EliminarHola Rocío se percibe muy bien la evolución del protagonista. el que no sea valorado por los otros robots, lo hace más humano.
ResponderEliminarMuy bien contada toda la trama
Un abrazo y suerte en el concurso
Puri
¡Hola Dulcinea! Me alegra que te haya gustado como planteo la trama. Gracias por tu comentario. Un saludo.
EliminarBuenos días, Rocío.
ResponderEliminarUn relato impactante y estremecedor que se hace más terrorífico cuando ves la posibilidad real de lo que cuenta. Es evidente que ya estarán estudiando la forma de usar robots para la guerra. Es la mayor industria y la que más dinero recibe en todo el mundo. Llevan muchos años queriendo "fabricar" al super-soldado.
Ya sea un "loco" solitario, como tu protagonista, o un presidente, general o científico con ínfulas de Dios gobernador del mundo, el peligro está ahí. Además, en el caso de la robótica, como muy bien has narrado, y en el mundo de la informática, cualquier persona con conocimientos, entrenamiento y medios a su alcance, podrá crear el robot-androide que quiera. El futuro es incierto, sobre todo para los que solo montamos muebles de KIKEA y queremos una vida tranquila. Será una existencia... inquieta. 😅😂
Buen relato. Felicidades y que el Año Nuevo te colme de deseos cumplidos y momentos llenos de alegría.
Un Abrazo.
¡Hola José! Pues sí, quien sabe si no estarán ya en ello intentando crear el supersoldado perfecto. El conocimiento y el poder, en las manos equivocadas, pueden traer nefastas consecuencias. Me alegra que disfrutaras el relato. Felices fiestas y suerte en el concurso. Un saludo.
EliminarHola, Rocío. Este espíritu de venganza y revancha me ha recordado al Jocker cuando inicia su revuelta social. En la evolución social si no erradicamos la miseria esta se puede volver en contra de una forma insospechada y difícil de detener. Los robots asesinos pueden ser el primer paso y después ya no habrá manera de parar el conflicto.
ResponderEliminarUna historia con un crescendo que no nos deja impasibles. La revolución de las máquinas puede empezar, tranquilamente, así.
Saludos y suerte. 🎄🎅🥂🖐️
¡Hola JM! Me alegra que te haya recordado a uno de los grandes villanos de DC. La miseria, como bien dices, puede convertirse en un factor de riesgo cuando tenemos una situación de estas característica. Y como sociedad, ojalá que algún día logremos solucionar este problema. Gracias por tu comentario. Un saludo y suerte en la convocatoria.
EliminarHola, Rocío!! Desde luego, el desarrollo de la inteligencia artificial, como casi todo en esta vida, se puede usar para hacer mucho mal. Lo cual cuentas en esta historia muy bien. Al mismo tiempo haces una fuerte crítica al olvido al que están sometidos tantos seres humanos. A la acumulación de riquezas de unos pocos a cambio de la pobreza extrema de muchos. Ante esta situación me pregunto: ¿Cómo puede ser que evolucionemos tecnológicamente tanto y humanamente tan poco? Suerte en el tintero y un abrazo!!
ResponderEliminar¡Hola Cristina! Por supuesto, todo depende del uso que le demos a las herramientas que poseemos. La inteligencia artificial puede servir para hacerlos la vida más fácil pero en malas manos también podría generar muchos peligros. Gracias por comentar. Un saludo y suerte en el concurso.
EliminarHola, Rocío. Muy perturbadora tu historia, donde ese humano despreciado por la sociedad no ve otra salida que la venganza. Buen trabajo. Un abrazo!
ResponderEliminar¡Hola Beri! Gracias por pasarte por aquí a dejar tu comentario. Un saludo y que tengas suerte en la convocatoria.
EliminarGreat blog
ResponderEliminar¡Gracias Rajani!
EliminarQuienes no tienen nada que perder porque lo han perdido todo, incluida la esperanza, son o pueden ser, en sí mismos, armas mortales, más aun si tienen la inteligencia y el poder a su favor. Un cuento (no tan cuento) terrorífico. Buen trabajo, Rocío, Un saludo, compañera.
ResponderEliminar¡Hola Tara! Cierto, alguien que no tiene nada que perder puede llegar a ser muy peligroso según que circunstancias. Gracias por pasarte a comentar. Un saludo.
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